A. Vallekas Producciones, tras los dos años de lluvia, no puede asumir el coste del Festival y tampoco están dispuestos a hacer un Extremúsika más pequeño que anteriores ediciones, por lo que ofrece al Ayuntamiento de Mérida que sea el propio consistorio quien haga el papel de promotor (con su inversión de unos 2 millones de euros y sus posibles perdidas/beneficios). Mérida se niega y la promotora se lo ofrece a Carmen Heras (Ayuntamiento de Cáceres), quien muestra interés por el sistema, pero por motivos de tiempo es imposible montar el festival para 2010. Las conversaciones siguen abiertas de cara a un hipotética, pero probable, vuelta del Extremúsika a Cáceres en 2011.
En definitiva una mala noticia para nuestro rock estatal ya que Extremúsica suposo un gran revulsivo en organización y puesta en escena del rock en todas sus dimensiones con apuestas internacioanles que no faltaron en sus carteles.
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